Antojos. De que existen, existen, lo que no se ha podido definir puntualmente es qué los causa. Claro, de por medio están las hormonas, la agudización de los sentidos como el gusto y olfato, e incluso hay teorías que hablan de que el especial interés por ciertos alimentos atiende a las necesidades nutricionales que tendría el bebé para su desarrollo en el vientre.
Lo cierto, apunta el nutricionista e investigador de la Universidad del Bosque, Gustavo Díaz, es que si bien no es una situación que le ocurre al cien por ciento de las embarazadas, la gran mayoría sí los ha experimentado.
“Derivado de la perfección del olfato y la relación de este con el gusto, las gestantes podrían percibir cosas que otros no. Entonces tienen los antojos”, asegura el nutricionista.
Otras teorías apuntan a que los antojos son un mecanismo que el cuerpo tiene para aumentar el consumo de ciertos nutrientes que el bebé necesita. Por ejemplo, mujeres con esa sensación de comer tierra o arcilla tendrían una baja concentración de zinc o hierro, y el antojo supliría dicha necesidad.
En ciertos casos, los antojos pueden ser una oportunidad que algunas mujeres aprovechan para sentirse especiales, consentidas y atendidas durante esta etapa, sin pensar tanto en el peso.
Según el nutricionista del Bosque, el problema de los antojos es cuando no son sanos, es decir, contienen demasiadas grasas y carbohidratos. Esos se deben controlar; por el contrario, los alimentos sanos como la verdura, la proteína o la fruta no deben preocupar a la futura madre. Lo importante, aclara Díaz, es que el antojo no reemplace una comida principal. Es muy importante que la mujer no deje de lado una alimentación balanceada, que necesitan ella y el bebé, por darle rienda suelta a sus antojos.
Dependiendo de la estatura y el peso de la mujer, será lo que ella pueda aumentar durante los nueve meses de gestación. Si es una persona que estaba en un peso normal, en promedio subirá un kilo por mes. Si llega a haber un aumento apresurado, será mejor consultar con el ginecólogo y el nutricionista.
RECOMENDACIONES
• Visite al nutricionista.
• Consuma pequeñas cantidades de comida.
• Procure elegir proteínas, verduras y frutas, y hágale el quite a los carbohidratos.
• Si su debilidad son los helados, por ejemplo, puede comer yogur congelado.