Manejar el apego con tu bebé fortalece su desarrollo

Desde el vientre, los bebés crean un apego especial hacia mamá, y luego de su nacimiento sienten tranquilidad al tener cerca a sus padres y comunicarles todas sus necesidades, lo que se convierte en un aprendizaje, tanto para ellos como para los niños. Estos vínculos se fortalecen con el tiempo y una buena relación familiar forma en los pequeños una autoestima fortalecida.

Por ello, en los primeros años de vida, los niños necesitan tener cerca a su madre para sentir seguridad, sin embargo, si esto no ocurre los sentimientos cambian. Por ejemplo, si un bebé está separado de su madre puede desarrollar ansiedad y miedo.

La psicóloga Paula Martín de Bustamante explica que “cuando las figuras de apego responden a las demandas del bebé de manera sensible, se genera lo que se denomina ‘apego seguro’. Este permite que los niños sean capaces de gestionar adecuadamente las emociones negativas y amplificar las positivas en su beneficio”.

Al respecto EFE realizó cinco preguntas claves para comprender qué simboliza el apego para los padres y los niños.

Cuando llega el momento de separarse de sus hijos para vincularse nuevamente a sus labores, algunos padres desarrollan sentimientos de preocupación y los niños pueden presentar episodios de ansiedad. Sin embargo, si el apego se ha establecido de manera sana, existirá una motivación en el pequeño por conocer su entorno, siempre con la posibilidad de volver a su base segura (en este caso, cerca de la madre, padre o abuelos).

Lo ideal es que tu hijo siempre esté acompañado por una persona de confianza, por esto algunos padres prefieren que sea criado por un familiar, sin embargo, cuando esto no es posible, acuden a una guardería. Acá los menores reciben atención de personas capacitadas en el cuidado infantilpero, según la experta, al momento de elegir una guardería debes tener en cuenta que los niños de menos de tres años no socializan como los adultos y no ‘necesitan’ estar en o con otros pequeños. Lo que necesitan es una persona que les conozca y que sepa cubrir sus necesidades emocionales y físicas, es decir, que los atiendan y cuiden.

Los abuelos forman parte fundamental en las familias, por ello los buscamos  para que pasen tiempo con los niños, además porque son parte del proceso de socialización de sus nietos, a quienes les transmiten información sobre su familia y su pasado. Son también un modelo a seguir ya que les ven como personas sabias y fuertes.

Más allá de las separaciones físicas temporales, el vínculo emocional debe permanecer fijo, cada vez que los padres o hijos se ausentan el encuentro debe ser afectuoso para recordar ese vínculo.

Si tu niño ha logrado establecer un apego seguro ya tiene las primeras bases para crear relaciones sólidas en sociedad. Sin embargo, no debes forzarlo si le cuesta conseguir amiguitos, cada niño se desenvuelve a su propio ritmo. Respetar las individualidades de cada uno y tener expectativas realistas aliviará la tensión que muchos pequeños tienen en situaciones sociales.